A Thomas Mann le otorgaron el Premio Nobel en 1929 y hacía ya 5 años que había publicado La Montaña Mágica, que es considerada su obra maestra.
La Montaña Mágica es uno de los clásicos alemanes del siglo XX y su lectura te transporta a un sanatorio de los Alpes, en el que personas de media-alta clase social viven alejadas del mundo real, en una burbuja creada exclusivamente para ellas, para atender a los cuidados de sus diversas dolencias -tuberculosis, sobre todo-.
Hans Castorp, el protagonista, llega al sanatorio para visitar a su primo, Joachim Ziemssen y, la que iba a ser una visita de pocas semanas se convierte en una estancia de varios años.
Perteneciente a la alta clase alemana, acostumbrado a no tener necesidad de atender obligaciones de trabajo o negocios, disfruta de la compañía de su primo, de los demás pacientes y de los doctores que atienden el lugar. Asombrado al principio, habituado en poco tiempo a las normas que rigen el establecimiento, es, por así, decirlo, "adoptado" por el ambiente y se abandona a una vida lánguida, regida por horarios de comidas, tratamientos, curas y medicaciones, que deja fuera preocupaciones y responsabilidades.
Mann retrata perfectamente la época previa a la Primera Guerra Mundial, las diferentes visiones de la sociedad y las ideologías, cada vez más enfrentadas, mostrándolas en los diálogos entre los diferentes personajes que habitan el sanatorio Berghof.
Una lectura placentera, recomendable para tardes y noches de invierno,
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