Una historia mágica sobre uno de los cuadros más famosos del mundo.
El pintor Benito Manuel de Agüero se queda encerrado en una sala del Alcázar de Madrid en la que está colgado el cuadro "La familia de Felipe IV". A lo largo de la noche, los personajes del cuadro reviven y así podemos conocer qué piensan, qué sienten, a qué o a quién temen.
Néstor Luján nos pone delante de un verdadero espejo cuando, al leer las historias de los personajes, vemos la historia de España, con sus luces y con sus sombras.
Luján da lugar a cada uno de ellos, incluso al propio Velázquez, el gran pintor que vivió en la Corte durante muchos años, que fue aposentador del rey y que conoció la parte más íntima de la familia real, incluidas sus miserias.
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